

Estes días chegoume unha agradable sorpresa. Tiven novas dun pintor, Manuel Penín, que vive en Ourense, da familia dos Penín, de Folgoso, onde pasou moitas tempadas. Andaba por Barcelona en busca de novos retos. O catálogo que teño entre as miñas mans é proba dun importante esforzo que xa deu moitos froitos. Estaría ben poder contar con unha mostrar da súa obra no Castro. A ver cando se anima a organizar unha exposición. O escritor Fernando Arrabal dixo del o seguinte:
"Penín ajusta sus pulsiones a la sombra de su pasión, con el fin de avanzar a lo largo de la senda de los venideros tiempos / Las cosas
fugaces se vuelven eternas, y los paisajes tan emocionantes como los siglos que fluyen / Que de vez pinta o dibuja los decorados de su
vida, de su infancia, de sus orgasmos, con la esperanza de recobrarlos más tarde conforme con sus deseos en su memoria / Concibe su
obra como un extravío de lucidez. La felicidad duerme con una sonrisa de fiera, los ojos entornados / Forma y fondo, espíritu y delirio, de
todo punto semejantes, se unen para hacer uno / Dominando sus temores, deja en el olvido los infortunios, la inutilidad y pinta / Las
formas, despertando su espíritu, se lo llevan hacia un mundo de voluptuosidad y de estética donde todo parece situado bajo la misma
estrella / Sediento de eternidad Penín aspira a permanecer, lividinosamente, cara a cara a solas con su creación / Delante de su obra,
su existencia, a veces, es tan bella como superflua / Sus crepúsculos son menos resplandecientes que sus albas, pero todos ellos cantan
alabanzas / Se diría que sus creaciones nos miran con mansedumbre y encantamiento. Cuando el sol pone término a su estancia, Penín
convova las bodas de la sombra y de la noche por su arte del espasmo y del frenesí.